domingo, 6 de septiembre de 2020

tarea 22 se salud

 

Tarea de parto y postparto

1.       ¿A qué se llama parto?

2.       ¿Cuántas fases comprende un parto?

3.       ¿Cuánto dura en tiempo cada una de ellas?

4.       ¿Qué es una episiotomía?

5.       ¿Cuáles son los cuidados que debe tener una mujer luego de una episiotomía?

6.       Investiga cuáles son los cuidados que debe tener la mujer luego de una cesárea

7.       Investiga cuáles son los beneficios de la lactancia natural

8.       ¿Qué es la depresión postparto y cómo puede evitarse?

EL PUERPERIO O POST-PARTO

¿En qué consiste el puerperio?

El puerperio o post-parto es el periodo después del parto en el que el organismo recuperar la situación previa al embarazo;  comprende las  seis semanas siguientes al parto. En este momento es muy importante cuidarse y seguir una dieta sana; sobre todo si está dando el pecho a su hijo necesita un aporte calórico correcto y con todos los nutrientes necesarios; recuerde que no es el momento de hacer dietas estrictas. Durante el puerperio (“la cuarentena”) va a tener pérdidas de sangre (loquios), que son las diferentes secreciones uterinas que debe expulsar,  pueden durar unos 30-40 días, durante los cuales irán cambiando de aspecto. Si en algún momento cree que presentan muy mal olor póngase en contacto con su obstetra. Si ha tenido un parto vaginal, a las pocas horas y asegurándose de que no se marea, ya puede darse una ducha completa. Si le han practicado episiotomía la debe lavar sin miedo con agua y jabón y luego secar bien la herida, no es imprescindible ninguna otra medida. Se puede lavar el cabello tan pronto como lo desee. Si le han practicado una cesárea deberá esperar un poco más a darse una ducha, hasta que su médico le permita levantarse. Debe evitar los baños de inmersión y el coito hasta finalizada la cuarentena.  

¿Qué cambios se producen durante el post-parto?

Si está dando el pecho, lo más probable es que no tenga la regla hasta que no finalice la lactancia, pudiendo tardar un par de meses en presentarla tras finalizar la misma; si se ha optado por la lactancia artificial puede presentar la regla a los 30 o 40 días desde el parto. Los músculos de la pelvis y el abdomen volverán poco a poco a su tono normal, a veces dificultado por la sobredistensión y los desgarros musculares que se pueden producir durante el embarazo y parto. Por ello debe realizar ejercicios de rehabilitación abdominales y pélvicos para prevenir prolapsos y hernias; pero no es adecuado iniciarlos demasiado pronto y siempre es mejor si tiene una cierta orientación,  que le pueden proporcionar en centros especializados. También puede presentar en las primeras horas dificultad para la micción espontánea, debido a la disminución del tono de la vejiga en partos muy prolongados o instrumentados y a la anestesia peridural. Es importante en las primeras horas obligarse a una micción frecuente pues un vaciamiento correcto de la vejiga permite una mejor involución uterina. Más adelante puede presentar cierta incontinencia de orina, debe procurar realizar ejercicios de rehabilitación miccional (Ejercicios de Kegel) para prevenir las incontinencias prolongadas y que se pueden agravar con el tiempo. Es habitual un cierto estreñimiento tras el parto, debidos  a la falta de ingesta, a la disminución de la actividad física, a la presencia de hemorroides o bien a la impresión causada por la episiotomía… Aproximadamente en dos semanas se normalizarán el tono y la motilidad de sus intestinos, intente seguir una dieta rica en frutas y fibra o incluso se puede ayudar de laxantes suaves que no se absorban a nivel intestinal. Para las hemorroides existen diferentes cremas que le mejorarán las molestias. Solicítelas a su médico.

La lactancia

La mejor opción para la lactancia de su bebé es la que usted decida. La lactancia artificial no es mala. La lactancia materna es un buena opción si usted está convencida, le ilusiona y va a poder dedicarle el tiempo necesario. Si ha optado por la lactancia artificial o por cualquier motivo en su caso no está indicada la lactancia materna, se lo debe comunicar a su ginecólogo para que le recete la medicación adecuada para suprimir la “subida de la leche”. Si quiere intentar una lactancia materna es bueno que se ponga al recién nacido  al pecho cuanto antes, la succión es un estímulo para la subida de la leche. Normalmente sucede entre el tercer y cuarto día postparto. ¡No desespere!. Se acompaña de un aumento del volumen de las mamas, de una cierta retención de líquidos y de un aumento normal de la temperatura, que no dura más de 24 horas. La primera secreción del pecho es el calostro (los cinco primeros días postparto) con un alto contenido en inmunoglobulinas (“defensas”) que protegerán al recién nacido de las infecciones. Debe seguir evitando fumar, las bebidas alcohólicas y cualquier medicamento que no le haya sido indicado por su médico; casi todos pasan a través de la leche materna. En alguna ocasión durante la lactancia materna puede presentar:

  Grietas en el pezón: Es aconsejable valorar la correcta posición del bebé cuando mama, porque si no poco le van a ayudar la cremas preventivas. 
  Ingurgitación (congestión) mamaria: Se produce cuando el pecho no se vacía por completo. Puede aliviarse aplicando calor local, analgésicos y con un sujetador ajustado.
  Mastitis: Se trata de una inflamación de la mama, que se presenta enrojecida, caliente y dolorosa, en este caso avise a su ginecólogo, sin interrumpir la lactancia.

¿Si doy el pecho puedo quedarme de nuevo embarazada?

Durante la lactancia disminuye la fertilidad debido a la falta de la ovulación y muchas mujeres se encuentran amenorreicas (sin regla) pero no siempre está fuera de riesgo de volver a quedar embarazada, por tanto debe tomar  medidas y consultar con su ginecólogo respecto a cuál es el método más adecuado en su caso.   

¿Cuándo hay que llamar al médico durante el post-parto?

Situaciones en que es aconsejable ponerse en contacto con su médico durante el puerperio.

  Fiebre de más de 38ºC. 
  Hemorragia importante. 
  Loquios malolientes. 
  Enrojecimiento, dolor exagerado en mamas o episiotomía. 
  Dolor o inflamación de una de las piernas. 
  Problemas para respirar. 
  Molestias urinarias.

Depresión postparto

Entre un  30-80% de puérperas pueden presentar depresión postparto. No suele ser grave. Los signos y síntomas más frecuentes son: sentimiento de tristeza, llanto, cambios de humor, irritabilidad, confusión y olvidos, cefalea, indiferencia hacia el  niño, trastornos del sueño, fatiga y ansiedad. Es una reacción general a una situación de estrés, relacionada también con la caída brusca de los niveles hormonales tras el parto que suele mejorar en pocos días. Es aconsejable que la mujer tenga el apoyo de la pareja, familiar y ayuda doméstica, que cuide su aspecto e intente salir de casa.

Es conveniente conocer este trastorno antes del parto y comentarlo con la pareja, para obtener la. Cuando se habla de "depresión postparto" es común pensar que se produce porque el embarazo no ha sido una situación deseada por la mujer o porque el niño nace con algún tipo de malformación que afecta negativamente a la flamante madre. Sin embargo, aunque estas situaciones existen y pueden manifestarse a través de un cuadro depresivo, existen muchos otros factores que pueden desencadenar una depresión con posterioridad al alumbramiento. Socialmente es una situación psicológica poco comprendida, y genera confusión aún en la propia persona que la padece, pues si todo ha salido como se esperaba y el niño está en buen estado de salud, resulta extraño que una madre no se sienta feliz por ésto, y que el cuadro patológico se pueda extender desde un par de meses, o incluso por varios años.
El síntoma más común de la depresión postparto es la sensación de tristeza que invade a la mujer, y que se acentúa en momentos específicos del día como puede ser el atardecer, pero no es el único. También podemos mencionar irritabilidad (en general hacia su pareja u otros hijos), cansancio generalizado (más de lo normal que exige un niño recién nacido), insomnio y otros trastornos del sueño, pérdida de apetito y modificación en los patrones de conducta hacia la nutrición (es un riesgo cierto la posibilidad de desarrollar anorexia o bulimia), incapacidad de gozar de las cosas buenas de la vida (los amigos, el deporte, el sexo, etc.), desbordamiento (la excusa perfecta son los múltiples reclamos de los bebés), ansiedad y trastornos obsesivos (la salud del niño, su seguridad, etc.).
La depresión postparto se manifiesta según las estadísticas en una de cada diez mujeres, y aunque se desconocen los motivos exactos por los cuales se produce, en todos los casos estudiados se han determinado algunos patrones repetitivos que ayudan a identificar algunas de las circunstancias más comunes: historia previa de depresión, falta de apoyo por parte de la pareja, bebés que nacen enfermos, que la embarazada haya perdido a su propia madre cuando era pequeña, acumulación de acontecimientos adversos (fallecimiento de seres queridos, pérdidas laborales, dificultades económicas, etc.) que redundan en un cuadro profundo de estrés. También hay que reconocer la importancia que juegan en estos procesos los niveles hormonales, aunque no existen estudios certeros sobre la influencia hormonal en el desarrollo de una depresión postparto.

Entre los tratamientos más recomendados se hallan la combinación de terapia psicológica con medicamentos antidepresivos, que por supuesto, deben ser indicados por un profesional.
¿Cómo prevenirla? Como medidas saludables para evitar la depresión postparto, los expertos recomiendan no sobreexigirse en las tareas cotidianas durante el embarazo, evitar las mudanzas y otros cambios drásticos en el período de gestación y hasta que el niño tenga más de seis meses, relacionarse con otras mujeres y parejas que se hallen en la misma situación, asistir a clases de preparto, entre otras medidas que ayudarán a superar el difícil y maravilloso trance de ser madres.


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