PARADIGMAS CIENTÍFICOS:
Los paradigmas científicos son el conjunto de pensamientos
que caracterizan a una época histórica en particular. Si bien, para nosotros,
en pleno siglo XXI, muchas de las ideas de nuestros antepasados parecen
erróneas, fueron éstas sobre las que están montadas muchas otras ideas que han
sido novedosas en algunos momentos y algunas otras que nos acompañan aún hoy.
Así, por ejemplo, al creerse que la Tierra era plana, era
impensable que cualquier navegante pudiera dar vuelta al Mundo sin caerse. La
idea de una Tierra plana fue un paradigma, que aunque a nosotros, hoy, nos
parezca impensable, dio forma al pensamiento de millones de personas hasta
cerca del 1500. Por ejemplo así como que la Tierra era plana, era imposible descubrir nuevas
tierras y nuevas culturas, no existía movimientos de translación terrestre, te podías caer de la Tierra , los océanos se
vuelcan sobre el espacio, o bien sobre las tortugas que sostenían a la Tierra. La Tierra era
el único astro con gravedad. Todas estas ideas se derivan de pensar que la Tierra es plana.
Otros ejemplos de estos paradigmas son los modelos
geocéntrico y heliocéntrico que vimos en 1º año. Derivados del modelo
geocéntrico son: la idea de que la
Tierra era creación especial de Dios y que era el único
planeta con vida, que todos los astros giran alrededor de la Tierra y que por lo tanto
el Hombre, como creación especial de Dios, era dueño y amo de todo el Universo.
Copérnico[1]
y Galileo[2]
demuestran que el modelo geocéntrico no funciona y proponen el heliocéntrico,
diciendo que el sol era el centro del Universo, pero continuó de todos modos la
idea de un Dios que había creado la
Tierra y, ahora, a ese Sol, solamente para nuestro placer y
uso.
Hasta el 1800 la humanidad vivió bajo el paradigma de la
llamada Creación Especial[3].
La idea general de la
Creación Especial
proviene del judeocristianismo y sostiene (aún lo hace hoy en día) que
Dios ha creado a la Tierra ,
el Sol, al Hombre, a los animales y a las plantas del modo en que está escrito
en la Biblia. Así
la Tierra fue
creada durante los siete días de la
Creación , junto con las plantas y los animales, creo el jardín
del Edén, donde puso al hombre y a la mujer y donde le dio el derecho sobre la
vida de todo lo vivo y la explotación de la tierra. Hace 500 años atrás
discutir estas ideas en público podía llegar a ser peligroso, pero se fueron
sumando diferentes ideas, a medida que la humanidad descubría cosas nuevas,
tales como América, el telescopio, el microscopio, etc. Todas estas ideas
novedosas hicieron cambiar, lentamente aquellos paradigmas que parecían
inquebrantables. Así fue como cambió la idea de una Tierra como centro del
Universo a un Sol como el centro del Universo con el desarrollo de los primeros telescopios; se cambió la idea de que los humanos no
compartían nada con los animales hasta que el microscopio demostró que
estábamos hechos de los mismos materiales. A cada invento le corresponde una
nueva forma de mirar el mundo, lo que a su vez, modifica los paradigmas.
Los paradigmas no son algo malo y retrógrado: son ideas que
aún enseñamos en las escuelas cuando enseñamos las ideas que corresponden a nuestro
tiempo. A diferencia de nuestros antecesores nosotros en el siglo XXI sabemos
que las ideas deben cambiar y progresar, modificarse para captar la realidad
con mayor precisión.
El concepto de evolución es uno de los más
manoseados dentro de las ciencias, porque a diferencia de lo que muchos creen no
significa progreso. En el lenguaje cotidiano es fácil confundir ambas
ideas, pero la ciencia es terminante: los seres vivos no progresan. La
idea de evolución como cambio ya provenía de los antiguos griegos y se retomó
hacia fines del 1600 como posibilidad. El problema de la idea de evolución
radica en que se opone a la idea de Creación especial, es decir, si Dios hizo a
los animales y a las plantas estos no pudieron haber cambiado a lo largo de los
años y si lo hicieron fue por intervención divina. Una serie de eventos
históricos que ya estudiarás más adelante en este año te mostrarán que hacia
fines del 1600 estaban dados los cambios necesarios en el paradigma para que la
idea de la evolución entrara en acción sin demasiada resistencia. La
resistencia existió y a aquellos que se oponían a la idea del cambio evolutivo
de los seres vivos se los llamó fijistas, a los que creían en la
creación especial se los llamó creacionistas y a quienes creían en
la evolución de los seres vivos se los llamó evolucionistas.
Los creacionistas eran fijistas en la gran mayoría de los
casos y a diferencia de los evolucionistas tenían a favor el tener una
explicación de por qué las especies no evolucionaban (la Creación especial), en
cambio los evolucionistas no tenían ninguna explicación lógica de cómo podían
evolucionar los seres vivos. De modo que hasta el 1800 la cuestión de la
evolución quedó sin respuesta.
Hacia fines del 1700, Jean Baptiste
Lamarck[4]
propone una solución a este problema, pero al mismo tiempo comete grandes
errores. Así como Copérnico se equivocó al suponer que todo el Universo giraba
alrededor del Sol pero acertó al decir que la Tierra giraba alrededor del Sol, Lamarck se
equivocó con respecto al modo que propuso para la evolución de los seres vivos,
pero no se equivocó en cuanto a lo demás. Veamos sus aciertos y sus
desaciertos:
·
Los seres vivos no son formas estáticas sino que
cambian de generación en generación
·
Los seres vivos evolucionaron desde
formas simples hasta formas más complejas
·
Los organismos se adaptan al medio ambiente
·
Los cambios en el medio
ambiente generan nuevas necesidades
·
Las necesidades generan cambios
·
Los cambios se heredan
·
El uso frecuente y sostenido de
un órgano cualquiera lo fortifica poco a poco, dándole una potencia
proporcionada a la duración de este uso, mientras que el desuso constante de
tal órgano le debilita y hasta lo hace desaparecer.
·
La principal razón del cambio es la necesidad
que tiene el individuo por mejorar
Y ahí, en la última frase, está resumido el error de
Lamarck: no pudo diferenciar progreso de evolución y lo peor del
caso es que aún se sigue diciendo esto mismo constantemente.
No es que Lamarck fuese poco imaginativo ni poco
inteligente, lo que ocurre es que por una parte él no tenía todas las
herramientas necesarias para darse cuenta de sus errores (conocimientos de
genética, de embriología, etc.) y además estaba metido hasta las orejas en su
propio paradigma: el paradigma del progreso humano. Es para la época en que
Lamarck escribía sus trabajos que se produjo la revolución industrial y todas
las ideas de la época se referían al progreso humano y la tecnología. No es de
extrañar entonces que Lamarck pensara que si un par de alas eran necesarias,
los organismos harían un cambio para generar las alas, así como los humanos que
necesitaban un modo para cruzar un río inventaron el puente. Todo el asunto
para la época de Lamarck se reducía a un problema- una solución.
Pero aún los puntos mencionados antes no fueron tan
desastrosos como lo fue la gran pregunta que le hicieron durante una de las
presentaciones de su trabajo: Una vez que el ser vivo reconoce la necesidad
frente a su medio ambiente ¿Cómo logra generar un cambio en su organismo? ¿Cómo
hace un ave para transformar sus brazos en alas? ¿Cómo hace una jirafa para
alargar su cuello? ¿Cómo hace una ballena para nadar bajo el agua? A lo que
Lamarck respondió: por su voluntad. Ninguno de los científicos presentes pudo
admitir que los cambios en los organismos puedan darse en forma voluntaria, lo
que hizo que finalmente la teoría de Lamarck cayera en desuso.
[1] Nicolás Copérnico — en polaco Mikołaj
Kopernik, en latín Nicolaus
Copernicus - (Toruń, Prusia, Polonia, 19
de febrero de 1473 – , Polonia, 24
de mayo de1543)
fue el astrónomo que
estudió la primera teoría heliocéntrica del Sistema
Solar.
[2] Galileo Galilei (Pisa, 15
de febrero de 15644 - Florencia, 8
de enero de 16421 5 ), fue
un astrónomo, filósofo, matemático y físico italiano que
estuvo relacionado estrechamente con la revolución científica. Eminente hombre del Renacimiento,
mostró interés por casi todas las ciencias y artes (música, literatura, pintura).
Sus logros incluyen la mejora del telescopio,
gran variedad de observaciones astronómicas, la primera ley del
movimiento y un
apoyo determinante para el copernicanismo. Ha sido considerado como el
«padre de la astronomía moderna», el «padre de la física moderna»6 y el
«padre de la ciencia».
[3]
Vale aclarar aquí, que cuando hablo de Humanidad aquí, más bien me
refiero a la cultura occidental y no a toda la Humanidad
[4]
Jean-Baptiste-Pierre-Antoine
de Monet, Caballero de Lamarck (Bazentin, Picardía,
Francia, 1
de agosto de 1744 – París, 18
de diciembre de 1829)
fue un naturalista francés, uno de los grandes nombres de la
época de la sistematización de la Historia Natural, cercano en su influencia
a Linneo, el
conde de Buffon y Cuvier.Lamarck formuló la primera teoría de la evolución biológica,1 acuñó
el término «biología» para designar la ciencia de los
seres vivos y fue el fundador de la paleontología de losinvertebrados.